Descripción
La tradición
filosófica ha tenido siempre dificultades para considerar las emociones desde
el punto de la racionalidad. Sin embargo hay contextos en los que la evaluación
racional debe tomar en cuenta necesariamente un componente de sensibilidad
emocional. Estos contextos son los grandes proyectos vitales, que pueden ocupar
un fragmento apreciable de la vida, cuando no toda ella. En ellos podemos decir
con cierta propiedad que un fracaso afectivo absoluto es un fracaso racional.
En este trabajo proponemos un modo de análisis de las emociones como tipos
especiales de representaciones (representaciones directivo-descriptivas) que
nos permitirá enfocar las relaciones entre emociones y racionalidad de una
forma más matizada.
Broncano, F. (2001). La educación sentimental. O de la difícil cohabitación de razones y emociones. Isegoría, (25), pp. 41-61
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