Descripción
En el comienzo de la filosofía la problemática ontológica
que hunde sus raíces en la propia lengua griega y más precisamente en el
participio presente del verbo ser, va a cobrar una importancia decisiva para el
desarrollo del pensamiento occidental. Esta marca lingüística, exclusiva de la
lengua griega, justifica el hecho de que la filosofía sea función de la
diferencia ontológica y que para aquella, ser y pensar sean lo mismo. Porque el
ser sólo puede ser pensado desde la aprioridad que
gnoseológicamente impone su estatuto transcendental.
Marieta, I. (2014). El inicio de la problemática ontológica en el comienzo de la filosofía. Isegoría, (51), pp. 709-728
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