Descripción
En
el verso 815 de Bacantes, Dioniso trata de persuadir a Penteo para que vaya a
observar algunos aspectos del culto dionisíaco de las ménades tebanas sobre el
monte. Al hacerlo, el dios pone a los espectadores de la tragedia como testigos
de la presencia, en Penteo, de un sentimiento que ejemplifica lo que se ha denominado
la paradoja trágica: el hecho de que el espectador encuentre placer en la
contemplación del sufrimiento. En este caso, será Penteo, el espectador del
drama humano que las ménades representarán sobre el monte, quien encuentre
placer ante este espectáculo. Los sentimientos que manifiesta Penteo ante la
contemplación de esta representación espejarán los sentimientos que se esperan
en los auténticos espectadores de la representación teatral completa.
Intentaremos demostrar que, en los últimos años de su carrera teatral, el poeta
se habría planteado, con Bacantes, una reflexión acerca del fenómeno del
teatro: para ello se analizarán los valores de los distintos espacios en los
que se desarrolla la trama de cada una de las acciones dramáticas.
Nápoli,
J. (2005). Espacio teatral y espacio sagrado: "Bacantes" de Eurípides.
Synthesis, nro. 12, pp. 19-32.
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