Se
graduó como Profesora en Letras, con un promedio de 10 absoluto, algo llamativo
en las aulas de su Facultad. Su vocación por el estudio de la lengua y la
cultura griegas se desarrolló tempranamente durante su vida universitaria.
Seguramente, la influencia de su maestro Eilhard Schlesinger fue decisiva.
También lo fue la de su colega y amigo Atilio Gamerro, con quien compartió la
trayectoria académica dentro de las Cátedras de Griego de la Universidad de La
Plata.
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