Descripción
Es difícil encontrar indicios de especialización en materia
bancaria en México ya que fue hasta la primera Ley de Instituciones de Crédito
del año de 1897, cuando se aprobó la existencia de tres tipos de bancos, los
emisores, los hipotecarios y los refaccionarios. Los primeros tendrían la
facultad de difundir billetes con una circulación limitada al ámbito de la
entidad federativa correspondiente, en tanto que las instituciones hipotecarias
y refaccionarias impulsarían a las operaciones de crédito a mediano y largo
plazo, demanda que provenía fundamentalmente de los sectores agrícola e
industrial.
Ludlow, L. (1996). Un tema por explorar: Los bancos hipotecarios
del periodo porfiriano. América Latina en
la Historia Económica, 3 (6), pp. 73-79.
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