Descripción
Las villas y aldeas de Castilla recorrieron juntas un largo
y difícil camino desde los siglos medievales, cuando se fueron conformando como
cuerpos políticos, basados en servicios recíprocos que aspiraban a alcanzar el
bien común del conjunto. La naturaleza jerárquicamente desigual de dicho cuerpo
fue acentuándose y las cabezas jurisdiccionales llevaron a la práctica unas
relaciones de dominio cada vez más acusado frente a las aldeas. En estas
comunidades rurales, linajes en ascenso aspiraban, no obstante, a ampliar sus
propias cotas de autogobierno. La armonía que debía presidir el cuerpo común de
villas y aldeas fue desapareciendo, y la política regia de ventas de villazgos
con fines hacendísticos, iniciada por Carlos V, respondió a una demanda de
segregación que solucionaba al mismo tiempo las aspiraciones jurisdiccionales
de las comunidades rurales y de sus nuevas oligarquías así como las necesidades
de ingresos extraordinarios de la real hacienda.
Truchuelo, S. (2013). Villas y aldeas en el Antiguo Régimen: conflicto y consenso en el marco local castellano. Mundo Agrario, 14 (27), pp. 1-39.
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