Descripción
Las especies amenazadas (EA) son aquellas que tienen una
elevada probabilidad de extinción o que se aproximan a dicha situación de
continuar las presiones directas sobre éstas o sus hábitats. Partiendo de esta
definición revisamos problemas y sesgos en las categorías de amenaza de las
serpientes argentinas y discutimos ejemplos en donde cambios taxonómicos
(deficiencias linneanas), vacíos en el conocimiento sobre la distribución
(deficiencias wallaceanas) y sobre característicass bio-ecológicas
(deficiencias haeckelianas) generaron sesgos en las asignaciones de sus
categorías de conservación. Discutimos que las especies amenazadas deben ser enunciadas
como hipótesis, analizando científicamente la información cuantitativa y/o
cualitativa sobre su distribución geográfica, tamaño y tendencias poblacionales
y características bio-ecológicas que las hacen vulnerables ante efectos
antropogénicos, lo que permitirá rechazar o no su inclusión como EA. Como en
todos los esquemas hipotéticodeductivos se pueden cometer errores de tipo I
(rechazar una hipótesis nula verdadera) y de tipo II (no rechazar una hipótesis
nula falsa), el de tipo II implica afirmar que una especie no está amenazada
cuando sí lo está, lo que podría implicar su extinción sin acciones de
conservación, por lo que se sugiere utilizar el principio de precaución ante la
duda. La categorización de especies amenazadas debería basarse en información e
interpretaciones científicas (verificables) que correspondan a disciplinas de
las ciencias biológicas (ecología, biogeografía, biología y sistemática),
debiéndose explicitar la metodología, definiciones, grado de incertidumbre y
calidad de la información utilizada. Se deben seguir estándares científicos que
minimicen sesgos o errores innecesarios tales como: (1) diseños y análisis
adecuados para estimaciones poblacionales, (2) revisión de pares, (3) consenso
de múltiples evaluadores, (4) uso de manuales de entrenamiento y de métodos
formales para estimar parámetros que ayuden a representar las incertidumbres, y
(5) reporte de los inconvenientes y decisiones tomadas. Es deseable minimizar
la influencia de factores políticos, sociales y económicos en el proceso de
evaluación, tales factores sí deben ser considerados en los esfuerzos de
conservación de las especies amenazadas.
Arzamendia, V., Giraudo, A. & Bellini, G. (2011). Las especies amenazadas como hipótesis: problemas y sesgos en su categorización ejemplificados con las serpientes de la Argentina. Cuadernos de Herpetología, 25 (2), pp. 43-54
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