Descripción
A partir de 1650, Calderón de la Barca asignó un nuevo papel
a la loa y la elevó artísticamente al nivel del auto. En América, sor Juana
Inés de la Cruz siguió la batuta del español, y engrandeció la loa panegírica e
incorporó los elementos de rigor: personajes alegóricos, fragmentos herméticos,
reminiscencias emblemáticas y una ambientación sensorial. Estas loas son piezas
que siguen ciertas ‘plantillas’ para glorificar al poder y exaltar la
autoridad. Estas plantillas se componen de «paradigmas compositivos que
estructuran en parte o en el diseño global su arquitectura argumental y
estilística» como acierta Arellano sobre el auto sacramental pero, también es
aplicable a las loas panegíricas sorjuaninas de la última mitad del siglo XVII.
Propongo un análisis de las cinco loas que la monja compuso para el cumpleaños
de Carlos II que consiste en identificar los paradigmas compositivos y
compararlos entre sí para poder formular una estructura en tres actos basada en
la identificación funcional de los paradigmas.
Rice, R. (2013). «Estando ausente Carlos, / ¿qué importa que las festivas voces le aplauden, si nada escucha?»: las loas a los años del rey Carlos II de sor Juana Inés de la Cruz. Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro,
1 (1), pp. 87-104.
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